Paraje de Casillas
El paso del imperio romano por Valdefuentes dejó una gran cantidad de elementos arquitectónicos que han ido llegando en mayor o menor medida hasta nuestros días. Ejemplo de ello es el emplazamiento en el que ahora mismo nos encontramos: el Puente del Rivero o del Capellán.
Puente del Rivero o del Capellán.
Este lugar, de origen y estilo romano compuesto por dos arcos, está situado sobre el Río Santa María, también llamado ‘La Pesquera’ o ‘Río Casillas’. Su nacimiento se encuentra en la Sierra de Montánchez, tributario del Tamuja al que se une cerca de Botija, y desemboca en la Charca de Casillas, una presa de agua situada en la linde de los términos de Valdefuentes y Benquerencia.
El origen de la presa es incierto, ya que la charca se encuentra en un estado avanzado de deterioro. Sin embargo, gracias a la forma de los rosetones que aún hoy se conservan, así como algunas de las inscripciones que se tallaron sobre ellos indicando las mejoras y obras de reparación que se iban haciendo, ha permitido a los historiadores datar a este lugar de finales del s. XVIII y principios del s. XIX.
La Charca de Casillas también se caracteriza por la fauna y la flora que le rodea. Con una amplia y diversa vegetación, abunda el matorral de retamas, las encinas en las zonas más altas y multitud de olivos e higueras. En lo que se refiere a la fauna, habita una gran variedad de especies de mamíferos, anfibios y reptiles entre los que se encuentran: el águila culebrera, el zorro, la nutria europea, el lirón, la liebre, el lagarto ocelado, el sapo de espuelas, la lagartija colirroja o el jabalí, entre muchos otros.
En lo que se refiere al uso del agua de la Charca de Casillas y del Río Santa María, cabe destacar que los vecinos no solo la utilizaron para lavar sus prendas u otros enseres, sino que también fue destinada a accionar molinos harineros, situados en zonas con fuertes corrientes de agua. En su momento, tanto el río Santa María como la Charca de Casillas, llegaron a accionar hasta seis piedras de moler.
Algunos de los molinos más conocidos son: el Molino del Tío Gabriel, el Molino de la tía Victoria González, el molino de las Dos Piedras, el Molino de los Redondos, el de Félix Palomino, situado por encima de la charca, y el de María Rubio, ubicado por encima del Puente del Capellán. Este último debido a su abandono se encuentra en un estado avanzado de deterioro quedando prácticamente irreconocible.
Así mismo, también se encuentran los molinos aceiteros, cuyo origen histórico se remonta al s. XVI, de los cuales aún se conservan las piedras cónicas movidas en su día por un burro o un mulo dando vueltas sin cesar para poder machacar las aceitunas a través de una viga situada en el centro. Los tres molinos de aceite más destacados de Valdefuentes son: el de tío Teófilo Merino, el de Arias y el de Donaires.